sábado, 14 de diciembre de 2019

A TI, PEQUEÑO GORRIÓN

El personaje de este cuento no es un príncipe encantado ni una princesita enamorada.Tampoco es una flor de primavera ni el viejo abeto del bosque perdido.
     Nuestro protagonista es un gorrión, un pequeño gorrioncito que vivía feliz y contento entre sus amigos, hasta que un día decidió ser gaviota.
   Siempre había sido alegre y vivaracho, mirando hacia adelante con la cabeza bien alta; viendo primero el lado bueno de las cosas y acordándose lo menos posible de los malos momentos.
Siempre con una sonrisa en los labios era envidiado por muchos en los  que, por el contrario a él,nunca brillaba la alegría en su corazón.
   Pero un día, nuestro pequeño gorrión, viendo el vuelo suave y elegante de una gaviota quiso intentar llegar a ser como ellas; pensó subir hasta el sol, volando tan alto como sus fuerzas le permitieran, y arrancarle un rayito de luz.
Siguió siendo el mismo de todos los días, sin embargo sus amigos se daban cuenta que esta idea iba más allá de ser un tonto capricho.

   
Desde el árbol más alto del bosque, pasó largas horas observando las gaviotas; entrenaba todos sus ratos libres para conseguir un vuelo altivo y majestuoso. Incansable, día a día, volvía a intentar alcanzar el sol.
Poco a poco iba convirtiéndose en una obsesión contra la que no podía luchar.
  Por más que lo intentó, un día se dio cuenta que no era más que un sueño que había intentado llevar a la realidad.
Una mañana que madrugó para irse a entrenar, al acercarse al río, vio en él su silueta reflejada, la miró y pensó:
- Para gorrión, ¡no estoy nada mal!
   Y, desde aquel día, vuelve a ser el mismo de antes,orgulloso y feliz de ser un pequeño gorrión del bosque.
Yo, ya no he vuelto a oír hablar de nuestro pequeño amigo, ya nadie comenta:
-¡Vaya estúpida idea esa de ser gaviota!

Sin embargo, creo yo, que fue un bonito sueño mientras duró, ¿verdad?. Y ahora seguro está intentando vivir un nuevo sueño.
Porque, al fin y al cabo, la vida, si sabemos vivirla, puede ser el sueño más hermoso; una historia feliz interminable. Y tú, pequeño gorrión, eres el mejor candidato para ser protagonista de esa historia.
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Escrita en junio de 1988


#52 Retos Literup 
Reto #25:"Personaliza uno de los siete pecados capitales y escribe un relato sobre su intento de cambiar"
Pereza, procrastinar ¿la misma cosa?

Pereza. Eso soy. Eso me dicen. Voy al trabajo e incluso disfruto en él. Pero es una necesidad. Hay que comer y pagar la hipoteca. Pero al volver a casa... ¡puffff! todo se me hace un mundo. Enciendo la tele. Me siento en el sofá.¡ El mundo puede esperar!. Y así un día y otro más.
Odio ser un  pecado. Un pecado capital, ¡nada menos!
Yo ahora lo estoy intentando. Cambiar quiero decir. Me hago horarios llenando el tiempo con actividades varias: limpiar en casa, quedar con amigos, hacer ejercicio, leer... y es todo una obligación a cumplir.  Y me siento en el sofá y controlo el tiempo para no pasarme, ¡Qué estrés!
Hay noches que de tanta actividad no puedo dormir.
Buscando en Internet, mi "amigo" google tiene respuestas para todo, acabo de descubrir que ya no se dice pereza, ahora lo llaman procrastinar,dejarlo todo para luego, para el último momento, cuando el tiempo te pisa los talones.
¿Me habré vencido a mi misma? ¿El cambio de nombre me hace desaparecer? si te digo la verdad, ahora que estamos solos, no hago otra cosa que pensar en mi sofá, mi manta y la tele. Y ver pasar las horas...(Creo que estoy entrando en bucle).


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Aunque encontré el reto tarde y este año no he podido participar, he intentado cumplir mi propio reto y estos dos meses he publicado el correspondiente relato. No he elegido para esta vez un tema fácil, pero ahí está el intento. Ahí lo dejo.
A ver si en 2020 vuelven a proponer el reto



lunes, 9 de diciembre de 2019

Reto diciembre 5 líneas Adella Brac



Reto diciembre 5 líneas Adella Brac :turistas, descanso, caminé


El otro lado de la moneda
Caminé sin descanso por el paseo. Quería huir de turistas, de tanta felicidad; no podía con tantas risas, conversaciones jocosas, niños corriendo entre la gente... Llegué hasta el final del paseo, más allá. Yo vivía allí todo el año, sin vacaciones. Sobrevivía. Pasarían largas semanas para poder disfrutar de nuevo de la tranquilidad de mi playa. Mi pueblo. (¡con campanas este día hay que festejar!-pensé.)

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sábado, 23 de noviembre de 2019

RETO DE LAS 5 LÍNEAS DE ADELLA BRAC


No hace mucho que he ido encontrando por la red diferentes iniciativas para animar a los que nos gusta a escribir a publicar nuestros pequeños escritos. Compartirlos. 
Yo hoy he empezado, aunque ya a puertas de terminar el reto, con el  reto de noviembre. Os dejo el enlace del blog para que os informéis si estáis interesados.
Aquí está mi relato para este mes.
 Reto de noviembre: utilizar las palabras mecían, días y pensar.

"Las hojas de los árboles se mecían suavemente, cadenciosamente. Hacía tan solo uno minutos las ramas parecían batirse en duelo contra el viento y la lluvia. Una a una las hojas iban desprendiéndose de ellas. Días que no invitan a salir.  Pero ella, después de mucho meditarlo, había decidido hacerlo. Después de hacerse las pruebas y pedir diferentes diagnósticos, el día había llegado. Le esperaba el quirófano. Ese bulto, que tanto le había hecho pensar en lo peor, había ganado."

viernes, 22 de noviembre de 2019

Tal vez sea mañana

Cuando era pequeña, vivía en una vieja casa se campo, con un gran desván, allá arriba, en el tejado(bueno, casi en el tejado).
A mí me gustaba mucho subir a aquella pequeña parcela donde se asentaba el pasado, a pesar de que crujieran las escaleras y pareciera que ibas a dar con la cabeza en el techo.

En aquella habitación los recuerdos parecían recobrar, de nuevo, su vida perdida. El pequeño caballo de madera del del abuelo,poco a poco, iba perdiendo color; la vieja mecedora de tía Encarna ya casi no podía balancearse; y ahí, encima de una mesita, la pequeña cajita de música de la bisabuela continuaba cerrada y sin poder abrirse.
Antes, hace ya muchos años, la cajita de música cantaba feliz durante todo el día. Bailarinas de todo el mundo venía a bailar al son de su música. Tocaba alegre para todas ellas, pues sin duda, aquellas delicadas figuritas que venían de todos los rincones del país eran tan ligeras como el aire, tan graciosas en sus movimientos como el vuelo de una mariposa.
De todas aquellas bailarinas, dos fueron las que callaron para siempre a la pequeña cajita.
    Una de ellas le fascinó por su elegancia, su suavidad, su dulzura. Parecíase la luna llena paseándose entre las estrellas en una serena noche de estío. 
Por un tiempo, ella, atrajo toda la atención de la pequeña caja de música y aunque acudían otras muchas bailarinas día a día a bailar al compás que ella tocaba, parecía que al llegar Brenda, que así se llamaba, la música sonaba más suave, más cadenciosa...
Brenda era su pequeño cisne blanco nadando plácidamente en el lago de su armonía. ¡Qué época más feliz!
Pero poco a poco fue desencantándose, pues Brenda,su pequeño cisne, acudía cada vez menos veces.
        
    Cuando entristecida la cajita iba perdiendo las ganas de tocar, de cantar, apareció Katia, la graciosa, alegre y picaresca bailarina que ocupó el hueco que Brenda dejara en su corazón.  Si bien esta se asemejaba más a a una ardillita pispireta y juguetona correteando por el bosque.
Cuando bailaba, parecía estar saltando de rama en rama, de árbol en árbol, como jugando con las notas y los acordes.
La pequeña cajita creyó que no había otra bailarina que supiera comprender mejor la música que ella guardaba en su interior.
Sin embargo, de nuevo volvió a perder a su bailarina preferida y sintió que para ella nunca más volvería a reír al sol. 
Brenda y Katia habían llenado su vida tan intensamente que al desaparecer de pronto todo parecía carecer de sentido.
Numerosas bailarinas seguían acudiendo a bailar con la cajita, pero ahora prefería callar, quedarse en silencio.
       Un día, guardó la llave dentro de ella y se cerró, no queriendo volver a abrirse. 
Las bailarinas siguen acudiendo, pero ella no les ofrece su música, la guarda celosamente, la guarda...

A mí me gusta subir a hacerle compañía todas la tardes un ratito, porque sé que algún día llegará una nueva bailarina, distina a todas, que borrará el recuerdo de Katia y la nostalgia que BRenda le dejó yle hará  de nuevo sonreír.Volverá a abrirse nuevamente y a cantar, y ese día quiero estar yo allí, con la pequeña cajita de la bisabauela.


"Esta pequeña historia le escribí para una amiga mía, a los 19 años, después de dos desengaños amorosos. Sabéis, la vida da muchas vueltas y hace poco, volvió a abrir su corazón después de años cerrado tras un matrimonio que la apagó poco a poco. Ahora sus ojos brillan como entonces. Llenos de vida." Escrita en enero de 1985.

A mí no puede pasarme esto

#52 Retos Literup 
Reto #3:"Tú protagonista se mira en el espejo y ve algo que no debería estar ahí"
Cuando menos te lo esperas
Se miró al espejo, no le gustaba lo que veía, pero ahora por fin podía mirarse. Hacía justo un año de aquel día...
Aquella mañana tenía muchas cosas en la cabeza. El inspector venía al colegio y ella estaba sola. La directora estaba de baja, ya llevaba dos semanas,  y la jefe de estudios tenía cita médica con su hijo.
Así que, como muy a menudo últimamente, se encontraba sola frente a toda la responsabilidad del colegio. ¡Qué ironía, rechazó ser la directora por no sentirse capaz de tanta responsabilidad!

Al ponerse el sujetador rozó el pezón de su mama derecha, estaba duro, gélido. Nunca lo había notado tan duro. Sintió un escalofrío... Se volvió hacia la luna del armario. Ahí estaba. No era el pezón. Ese bulto no estaba ayer. ¿O sí?.
No había tiempo para eso. Ahora  no. Aún tenía que preparar los papeles para la reunión y repasar los temas que iban a tratar. Así que, a vestirse y al "cole".

sábado, 26 de octubre de 2019

Retos de escritura


Desde que empecé a tener cosas que contar y no sabía muy bien cómo ni a quién, escribir fue el  camino hacia mí misma. He escrito poemas. historias cortas, cuentos, hasta dos intentos de novelas cortas que descansan en un cajón. Muchos de mis escritos voy a ir sacándolos a la luz en este blog, en eso llevo últimamente.
Sin embargo no recuerdo cuándo dejé de escribir, hasta el diario, donde dejaba caer sentimientos, alegrías, tristezas, problemas, soluciones , esperanzas, anécdotas... lo he abandonado. Estoy en dique seco. Y, a pesar de hacer tiempo que no escribo en mi cabeza bullen historias casi sin parar. Ahí se pierden, en el olvido. Aunque, a veces, vuelven una y otra vez para despertar al gusanillo que llevo dentro. Quiero escribir,

Buscando por internet, no me acuerdo muy bien qué, me encontré con Literautas un blog de escritura creativa que planteaba retos de escritura. El taller que planteaban se llamaba "Móntame una escena" y cada mes te proponían un nuevo desafío. La encontré un poco tarde. Está cerrado temporalmente.
Más de un día que tengo tiempo me paseo por sus entradas, donde nos esperan un sin fin de recursos para escritores. Para aprender, mejorar, encontrar la inspiración...
En la última entrada de esta temporada. en literautas,  leí comentarios de  mucha gente con la misma inquietud que yo y, viajando por sus blogs,  encontré que en la red hay diferentes opciones para los que nos gusta escribir.

Yo voy a intentar empezar el año con los retos del blog Literup, 52 retos de escritura 2019. Me gustaría escribir alguno antes de acabar el año, pero lo que de verdad me gustaría es empezar los retos de 2020.
Además, por si el reto anterior se me hace muy cuesta arriba voy a intentar también seguir el reto de Adella Brac, reto de 5 líneas.

Parece que dos meses son mucho tiempo, pero no. El año se nos va, se nos escapa con todos los proyectos inacabados, con algunos sueños dormidos y con mil ideas saliéndonos por las orejas. Al menos a mí.
Por eso voy a empezar mi calentamiento. Aunque estos retos están acabando voy a elegir alguna de sus propuestas y voy a lanzarme a escribirlas. Si para 2020 empiezan nuevos retos, me apuntaré desde el principio a ver qué consigo.

Al menos desempolvaré mi creatividad. Daré voz de nuevo a la escritora que durante mucho tiempo quise ser y que se esconde tras el estrés del día a día.

Si estás ahí, leyéndome, no dejes de escribirme un comentario sobre estas páginas que te enlazo o sobre otras si las conoces. 
¿Dónde puedo yo encontrar tus historias?
¡Te espero!

martes, 15 de octubre de 2019

Haz que salgo el arco iris

Hace mucho, mucho tiempo, existió en el reino de nunca jamás un pequeño nomo cuya garganta era envidiada por todo aquel que llegaba a conocerle.
Sus voz melodiosa llenaba de alegría los corazones de los habitantes de su aldea. Poco a poco iba consiguiendo que rebosaran felicidad y aprendieran a sonreír. 
Un día, en medio de una gran fiesta en la que él cantaba, apareció Helman, el mayor maestro de todos los tiempos.
Su música estaba llena de fantasía: cuando cantaba, por el aire,pequeñas notas de oro y plata se veían relucir como si su garganta fuera dibujando una melodía al cantar.
El pequeño nomo no podía creer lo que sus ojos veían.
¡Estaba allí! ¡Y para él solo!
¡¡¡ Solo para él!!!
Esa noche cantó como nunca antes lo había hecho. Agasajó al maestro con la mejor música que hubiese oído en muchos años.
Sin embargo, en un pequeño descanso en su actuación, nuestro amigo pudo enterarse que el maestro no había ido de propio a oírle cantar. Ni siquiera estaba enterado de su existencia, más aún, no conocía su música, su arte...
Fue una casualidad que pasara por su pequeña aldea y se sintiera atraído por la música.
Tras el descanso, cuando volvió a cantar, nadie podía creer que esa cajita de rayos y truenos, de croar de ranas y cacareos de gallina que se había abierto, fuera la misma que hacía pocos segundos había dejado a todos mudos de admiración.
Nuestro protagonista, desde lo más hondo de su corazón, sentía que el maestro no hubiera oído nunca alagos sobre él; reprochaba a Helman que no hubiera ido de propio a verle y sobre todo, le dolió que no hubiera bajado de su carruaje para decirle que era el mejor músico de todo el reino.
Cuando dejó de cantar, más que cantar de emitir extraños ruidos y desafinos, miró a su alrededor, y se vio solo. 
Nadie, nadie estaba allí apoyándole, comprendiendo su desgracia, la injusticia que se había cometido sobre él. Nadie.
¡¡¡Vaya amigos!!!
Pero al sentarse, sintió una extraña desazón dentro de sí. LLoró y lloró toda la noche, pues se dio cuenta de su gran desconsideración.
Ya al despuntar el alba, pensó en pedir perdón al gran maestro, y para ello decidió obsequiarle con lo que mejor sabía hacer. Y, poniéndose en pie, cantó la más bella canción que nunca nadie hubiese oído.
Y fijaros si lo quiso hacer bien, imaginaos lo que para él debía significar el maestro, pensad todo lo que debía sentir el desaire que hiciera la noche de antes a Helman que, al cantar, pequeñas notas de oro y plata dibujaban en el aire la melodía que salía de su garganta.
Sí, ya lo creo que Helman, el maestro, le oyó;  y supo que era la manera de pedir perdón del pequeño nomo, ya que, al deslizarse la música en su corazón,  una sonrisa apareció  en su rostro y en el cielo, aquella mañana, juntó al sol se dibujó el 
arco iris.

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Escrito en agosto de 1988
Ahora al traspasar este cuento al blog, 
volverlo a leer dejando que me llegue al alma,
le veo múltiples posibilidades para trabajarlo 
en el aula de valores.
¿Tú que piensas?

domingo, 15 de septiembre de 2019

Nada tiene sentido


La puerta se cerró a su espalda. Ya en casa. Por fin. Aquel periodista la estaba poniendo nerviosa.
Miles de recuerdos se agolpaban en su cabeza. Se acordó, por ejemplo, de cuando  la conoció en la discoteca del pueblo, le encantaba bailar, era su pasión.Sonó el teléfono.
- Dile que estoy aquí, en casa. Que esquive a los periodistas y se venga
- Vale- Ahí iremos.
- Sobre todo, perder a los periodistas, que no os sigan.
El tren pasó interrumpiendo la conversación. Su casa estaba tan cerca del ferrocaríl que el ruido era infernal. Los trenes contaminaban acústicamente el ambiente
Llegaron sus amigos a casa. Les abrió la puerta y fueron sentándose en su cuarto de estar.
- Cristian no ha querido venir, se ha quedado con sus padres.
- podíamos ir a su casa nosotros, ¿qué os parece?
- Yo no quiero salir, id vosotros. Necesito estar sola, tranquila.
- Vale, te entiendo. Yo me voy a casa de Cristian. Creo que es quién más nos necesita, su hermana acaba de aparecer muerta.

Todos sus amigos se fueron. Ella se subió al desván a desempolvar el diario de su madre. Allí descubrió tras su muerte que tenía una hermana gemela. Que las habían separado al nacer y que las dos tenían la misma marca de nacimiento. No quería hacerlo pero empezó a tirar cosas, a dar patadas a las cajas, a gritar como una posesa.

Su padre, que venía de la oficina de correos, la encontró es estado de soc. La intentó calmar, Sosegar.
En su trabajo de cartero había aprendido a respirar y relativizar ante las montañas de cartas que a veces les tocaba organizar para repartir.
No pensaba detenerse. Necesitaba soltar energía. Pero su padre la abrazó y lentamente, como siempre hacía la reconfortó. No era su padre biológico pero no imaginaba a nadie mejor.
- No se quién soy, papá.
- Eres la misma de siempre. nada ha cambiado.
- Encontrarla podía responder a algunas preguntas y ahora se ha ido.
- Tiempo al tiempo princesa, tiempo al tiempo.
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Consignas(retos de escritura)

  • la puerta se cerró a su espalda
  • le encantaba bailar
  • Incluye dialogo que empiece por, "Dile que estoy aquí"
  • añade palabra ferrocarril
  • diálogo que inicie con yo no quiero salir
  • incluye una escena en un desván
  • introduce un personaje que se vuelve loco de pronto
  •  añade un personaje que trabaja de cartero
  •  añade la frase"no pensaba detenerse"
  • añade un diálogo que empieza por "no se quien soy"



miércoles, 4 de septiembre de 2019

Pequeño corazón de piedra

Apretaba fuertemente la pequeña  piedra con forma de corazón. Su amuleto hacía ya varios  años.
- ¿Quién sacó la foto?- preguntó desencajada.
- La policía que encontró su cuerpo-contestó su hermano, Cristián.
Aquel periodista llevaba todo el día revoloteando, buscando la noticia, el morbo. Era difícil mirarlo con simpatía. Lo que necesitaba Cristian era que lo dejaran solo.
Estaba harto de miradas de desprecio, de comentarios absurdos, de juzgarla diciendo que pertenecía a un determinado gueto.


Se acercó al periodista, necesitaba decirle que se fuera. Ya todo estaba resuelto.
- Ya está claro, ya se sabe quién era la chica perdida. De raza gitana, sí. Una persona como otra cualquiera que puede sufrir un accidente.
Un silencio se hizo entre la gente que se encontraba  cerca, en el lugar. Un silencio que acabó cuando uno a uno empezaron a aplaudir.
- ¿Quién eres? - le preguntó el periodista con cierto desdén.
- Su amiga, íbamos juntos al instituto. Compañeras, amigas, confidentes. Como tantos y tantos otros.
Reparó en la cadena que colgaba de su cuello. Un pequeño anillo asomaba al final de ella.
Observó el lunar que tenía en el cuello, igual que el que se decía había ayudado a identificar el cuerpo.
- Sé que escondes un secreto- comentó el periodista, sin dejar de observar el lunar.
- Si te quedara un pequeño resquicio de bondad, darías por terminada la noticia. Han encontrado a María, ahora a esperar hasta que se levante el secreto de sumario.

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Primer escrito realizado con la aplicación Retos de Escritura para el móvil. la conocí navegando por el blog "Literautas" hoy la he utilizado por primera vez.
La aplicación te va dando pistas para que escribas el relato, puedes elegir si te gusta o no y te va proponiendo diferentes opciones. Las mías han sido:
  • Que aparezca la palabra amuleto
  • iniciar un diálogo que empiece por "¿quién sacó la foto"
  • Que aparezca la palabra gueto
  • Que aparezca un personaje que sea periodista
  • Que aparezca "empezaron a aplaudir"
  • iniciar un diálogo que empiece por "¿quién eres?
  • Que aparezca la palabra anillo
  • Que aparezca la palabra lunar
  • Utiliza la frase "se que escondes un secreto"
  • Que aparezca la palabra bondad.
Puedes elegir ele número de pistas que quieres utilizar, y el tiempo que pase entre pista y pista. Yo me he puesto 10 pistas, y el tiempo era un minuto entre una y otra. El tiempo para mi era muy poco. no alcanzaba desarrollar lo que quería escribir. 
Me ha parecido muy interesante la propuesta, se me ocurrían muchas ideas para escribir, aunque como ya he dicho el tiempo no me daba para más, Otro día me dejaré más tiempo.

jueves, 29 de agosto de 2019

Madera, pintura... y una sonrisa.

       No hace mucho tiempo, en una pequeña aldea en el país de nunca jamás vivía el mayor titiritero de todos los tiempos.
Grandes y chicos acudían radiantes a su espectáculo para reír, llorar, cantar... para volar por unos instantes al país de la fantasía.
Por las noches, cuando toda la aldea dormía apaciblemente, los duendes y las hadas llegaban a los sueños del titiritero y nuevas  historias y personajes nacían cada amanecer. 
       Una noche mientras arreglaba el vestido de una princesita, una historia irrumpió en sus pensamientos. Dejó para mejor memento el viejo vestido y empezó a tallar, en un pequeño trozo de madera, un nuevo príncipe de la ilusión.
Poco a poco iba tomando forma entre sus manos: mirada alegre, sonrisa chungona, porte campechano...
      Nunca, después de tantos y tantos títeres que había visto nacer de un pedacito de madera; nunca, después de forjar tantos amigos de la fantasía; nunca, había disfrutado tanto como lo estaba haciendo ahora.
Era como si en la cumbre de su vida, en el final de su carrera, los duendes, las hadas y todos los genios buenos le quisieran obsequiar con el mejor de todos los sueños inventados.
      Cuando hubo acabado, lo miró satisfecho y empezó a trabajar en el otro personaje.
Con el mismo cariño y la misma ilusión dibujó con su navaja , en un pequeño trozo de nogal, otro amigo de los cuentos.
No, no fue por sus ojos apagados, ni por su gesto serio, altivo o por su porte más altruista... no, no fue por él mismo, que no dejaba de ser un nuevo compañero de su desvelos...  ¡No!, fue por algo indecible, indescifrable, por lo que,  sin dejar de quererle por ser, también, parte de su sueño, sintió un cariño especial por aquel títere que antes creara y que ahora, desde se estante, parecía mirarle sonriendo.
      Al día siguiente, trajes y escenarios, diálogos y música estaban preparados para la nueva historia que esa madrugada, antes de desaparecer, escuchara la luna del viejo titiritero.
Y, para sorpresa del titiritero, ese segundo personaje, que había aparecido como complemento, era quien cautivaba la atención de los chiquillos. La sombra de la desilusión nubló esa noche su gran corazón, inundado de historias, cuentos y fantasías.
Pero al fin y al cabo, eran los niños los que, con sus risas, daban vida a sus personajes y ese día, sus pequeños títeres habían dejado de ser, por unas horas, un trocito de madera pintado con acuarelas.

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Escrito el 17 de diciembre de 1988.      


sábado, 17 de agosto de 2019

La bruja aburrida

Gregorio sale de su casa y se va a jugar al bosque. Saltando y corriendo detrás de una mariposa llega a un castillo.(1)
Sube las escaleras, baja al sótano. recorre los pasillos de izquierda a derecha.(2)

De pronto encuentra al rey y la reina tristes, sentados en su trono.¡Han perdido la alegría!
Según le cuentan, sucedió que un día la bruja estaba aburrida y se puso a hacer hechizos sin ton ni son.
Al ogro lo convirtió en dragón;
a la princesa, en una niña mal educada y contestona;
al príncipe en árbol...
Si pronto no volvía todo a estar como antes corrían peligro: 
el castillo podía desaparecer.
Gregorio estaba empezando a asustarse, cuando aparece dando gritos Agripina:
¡¡¡¡La bruja está tan aburrida que ha empezado a convertir las piedras en 
CARAMELOS!!!!
Agripina y Gregorio bajan corriendo al jardín y empiezan a comer 
golosinas.
¡Qué ricas están!
 -piensan olvidando el peligro que corre el castillo- 
¡esta sabe  a grosellas, hummmmm! ¡Cuántas golosinas gratis!(3)
En ese momento oyen un gruñido detrás suyo.
Al volverse, se encuentran con un enorme dragón verde con alas.
Echa fuego por la boca y parece muy enfadado:
¡si sigues perdiendo el tiempo vamos a desaparecer!
dice dirigiéndose a Gregorio-
¡Eres un niño tonto!
Ofendido y furioso Gregorio le contesta:
¡Tú eres un dragón muy grosero; cuida no te convierta en grillo!
Tras un gran estruendo y una enorme nube de polvo mágico se oye un "gri, gri, gri "
¿¿¿¿¿qué me has hecho??????
Había transformado al dragón en un grillo
pero, ¿cómo si no era mago?
Mira hacia una ventana del castillo y ve a la bruja reírse:
¡cuida no te conviertas tú en rana, bruja piruja!
¡¡¡¡¡Y vuelve a pasar!!!!
La bruja queda convertida en rana.

Ahora sí que estaba asustado. 
Corriendo va a buscar al rey y a la reina, para contarles lo sucedido.
¡Será cosa de la bruja!
-dice la reina tranquilizándolo-
Vayamos a su laboratorio y busquemos algún libro de hechizos que pueda ayudarnos.

Todos el grupo, Agrupina, Gregorio, El rey y la reina suben al laboratorio de la bruja que convertida en rana croa enfadada:
Croac, croac, croac...
Gregorio mira a su alrededor asombrado. 
Se encuentran en una habitación grandísima donde hay: 
muchas estanterías con libros, muchos libros; 
armarios a los que les chirrían las bisagras y,en el medio, 
una enorme mesa con un sinfín de conjuros secretos, 
donde hay escritas lo que parecen fórmulas mágicas.

sin embargo, nadie repara en un pequeño libro gris que la princesa leía entusiasmada.
¡Hija, ayúdanos! Tenemos que arreglar este enredo
-Le increpa el rey enfadado-
¡¡¡No me da la gana!!! - grita Agripina insolente- este libro es divertidísimo.
¡Si no colaboramos desapareceremos, ayúdanos!
-suplica la reina cariñosamente.

Muy enfadado, Gregorio, agarra el libro y se lo quita a la princesa.
¡¡¡¡Mirad!!!
-exclama enseñando el libro.
En su portada puede leerse: "Diario de la bruja".
¡Aquí cuenta todo lo que ha ido haciendo! ¡Me ha hechizado!
Y ahora, todo lo que deseo sucede...
Eso es, piensa Gregorio, y sin titubear dice bien alto:
¡DESEO QUE CADA COSA VUELVA A SU FORMA NATURAL!
Poco a poco todo vuelve a ser lo que era:
El dragón, volvió a ser el ogro; la rana, la bruja; un árbol se convirtió en príncipe; 
una flor en su caballo...
La bruja muy avergonzada promete que, para no aburrirse, 
intentará agradar a alguien con problemas.
A partir de ese día los habitantes del pueblo, agradecidos,
le hacen bonitos regalos.
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Otro cuento con el que yo jugaba con mi, entonces, "peque".
Si te fijas hay un montón de palabras con r, rr, br, pr... diferentes formas del sonido de "r" fuerte.
Mi objetivo original fue trabajar la gr, por indicación semanal del logopeda, pero luego en sucesivas veces hice hincapié en otros sonidos.
Mi objetivo principal era reforzar su aprendizaje siguiendo las orientaciones de su logopeda, intentando siempre que fuera un juego para él.
¿Cómo lo hubieras trabajado tú?
¿Has escrito ya algún cuento propio?
Espero encontrarme pronto un comentario tuyo.

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OBJETIVOS
- trabajar la memoria y la atención: Repetir las palabras con "gr" y recordarlas a medida que van saliendo.
- Practicar el sinfón "gr"
- Agilidad/fuerza lingual
- Soplidos
(Si el niño sabe leer, contiene muchas variantes del sonido "rr")
Notas:
1. Recorrer un camino soplando con una paja y/o con la nariz.
2. Mover la lengua alrededor de la boca, Por fuera
3. La lengua dentro de la lengua: presiona los carrillos alternativamente

viernes, 12 de julio de 2019

Por navidad una rosa

           Hace muchos, muchos años, en un pequeño país escondido tras las nubes, vivían los "nubelienses". 
Eran personas diminutas, tan pequeñas como un copo de nieve, pero tan llenas de amor que cuando nevaba a los niños no les daba tiempo a salir a la calle y hacer un muñeco de nieve.
Fueron pasando los años y nubelandia fue creciendo y creciendo. Cada vez era más moderno, más importante. Día a día prosperaban sus negocios y los sueños de sus habitantes iban haciéndose realidad. Su pequeño país era ahora una nación fuerte y vigorosa, y todos sus habitantes se sentían orgullosos.

Sin embargo, en el fondo de sus corazones, buscaban el recuerdo de aquel pequeño rincón entre las nubes donde los sueños lo inundaban todo de esperanza.
Anhelaban aquel silencio en sus calles, aquel aire fresco que alegraba sus pulmones y aquella convivencia de antaño, donde la amistad era lo mejor que podían regalarse unos a otros.
Ahora, esa sencillez de las cosas pequeñas se les había escapado de las manos. Los coches con sus claxones y sus tubos de escape llenaban el espacio de ruido y polución; las prisas de sus habitantes impedían aquellas reuniones en la plaza que antes tuvieran  y,  al ir aumentando los habitantes,  entre ellos crecían los secretos y parecía enfriarse aquella amistad recordada.
Pero eran felices.
Les había costado perder parte de la infancia de su pueblo, parte de sus sueños de niños grandes. 
Pero eran felices.
Habían prosperado, habían crecido en todos los aspectos; no solo eran un gran país, ellos tenían nuevos sueños, grandes metas y esa esperanza que llenara sus corazones hacía muchos años.
Cada año en Nochevieja, cogían las doce uvas y se iban a la plaza a oír las doce campanadas y, pese a ver caras nuevas, sueños renacientes, aquellos que antes cantaban pequeños villancicos se miraban sonriendo, pues a pesar de todo seguían siendo los mismos. 
Tan solo el tiempo y el espacio parecían querer robarles ese amor del corazón.

jueves, 14 de febrero de 2019

Tolosa es mi cuna

A los diez años me tuve que ir de Tolosa, por motivos de trabajo de mi padre. Fuimos a Mollerussa en Lleida, donde viví el final de mi niñez y parte  de mi adolescencia. Pero otra vez por motivos laborales nos mudamos. Acabamos en un pueblecito de Aragón. Donde vivo actualmente.  
Me lo hicieron pasar muy mal. Yo no era muya agraciada físicamente, estaba algo gordita,  y para colmo era extremadamente tímida.  Se me reían e intentaban ridiculizarme por todo, hasta por  ser vasca. Así nació este poema... para reivindicar mis orígenes y que vieran que no me avergonzaba. La publicaron en la revista del instituto, creo recordar.  ( Ahora a lo mejor hería alguna susceptibilidad, todo más lejos de mi intención. Entonces y ahora.)



A orillas del Oria
nacía una noche
en un verde campo adormecido
cubierto de blanca nieve.

Aun el eco se oía de las panderetas,
las zambombas, zumbaban
tímidas
muy bajito,

En un campo verde,
al pie de un gran monte,
el agua fluía en el riachuelo, clara y f resquita,
al Oria moría.

Aquella es mi tierra
lo digo bien alto;
Tolosa es mi cuna
mi patria querida,
que después de España 
es la que más quiero.




El príncipe despistado


En un lejano país vivía un príncipe llamado Darío. 
 Un día su padre, el rey, le regaló un anillo, un precioso anillo de diamantes.
Y le dijo:
- Este anillo me lo regaló mi padre, a mi padre se lo regaló su padre y así generación tras generación
Es un anillo real, no debes perderlo.

Darío, el príncipe, estaba muy contento con su anillo y tenía mucho cuidado para no perderlo.
Pero una mañana se levantó, se lavó, se puso la ropa y fue a coger su anillo de la caja y ...
¡Oh, no! ¡El anillo no estaba en su sitio!
Recordó que el día anterior se lo había quitado para coger una piedra del estanque.
Bajó corriendo las escaleras. En el jardín, miró hacia las ventanas por si alguien miraba, oyó un ruido y miró hacia el suelo. Dio  vueltas al estanque. Pero no estaba.
Miró por encima de los árboles. por debajo de las piedras, a la izquierda, a la derecha... Dio mil vueltas al jardín y nada; no lo encontró.
Se sentó y se puso a llorar cuando se le presentó un duende:
- Ahora lloras, ¿eh?- dijo el duende.
- ¿Has encontrado mi anillo? - le preguntó Darío.
- Soy el duende travieso, no te lo daré si no haces lo que yo quiera.
- Si me lo das- suplicó Darío- haré lo que quieras.
El duende se echó a reír a carcajadas...
- Mira esta piedra- señaló al suelo- a que no la traes hasta aquí en sólo tres soplidos.
- ¡Está muy lejos! -protestó- pero lo intentaré.
El duende vio que era fácil y le pidió hacerlo en siete soplidos.
- ¡ Son muchos para tan poco trozo! - pero también lo consiguió.
Como vio que lo de soplar se le daba bien, le puso otra prueba...
- A ver, listillo, a que no sabes decirme palabras que empiecen por ar...
El príncipe logró decirle las palabras pero le pidió que siguiera por la er... ir... or... ur... 
Y como Darío lo adivinó todo, al final le dio el anillo y desapareció.
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¿Qué Trabajamos? 
miraba= lengua arriba, suelo= lengua abajo, estanque= lengua alrededor de la boca.
encina= lengua arriba, abajo= lengua abajo, izquierda= lengua izquierda, derecha= lengua derecha.
vueltas= lengua alrededor de la lengua.
tres soplidos: soplidos suave, una pelotita de papel, con la boca, con una paja, con la nariz.
siete soplidos: soplido fuerte,una pelotita de papel, con la boca, con una paja, con la nariz.
Al final se trabaja la "r" inversa con palabras que empiezan por los sonidos ar, er, ir, or, ur ( armario, arpa, arpón, hermano, hermoso, Ernesto, irnos, Irlanda, hormiga, hortalizas, hormigón, urbano, urticaria, hurto...). Yo trabajaba las palabras antes, así luego se acordaba de casi todas y era mayor el triunfo frente al duende. Con este cuento mi hijo tenía 5 años.

¿Te ha gustado el cuento?
¿Qué piensas de las actividades?
¿Qué hubieras planteado tú?

Anímate a darme tu opinión. Todavía los uso, en clase, en ocasiones, y todas las ideas son bienvenidas.


Cuentos para hablar y aprender

Cuando mi hijo pequeño iba a infantil el logopeda me dijo que debía hacer con él una serie de ejercicios de praxias faciales. Tenía problemas para pronunciar la "r. Me resultaba muy difícil hacerlo, ya que en cuanto le pedía que hiciéramos esto o aquello se negaba en redondo. 
Una compañera logopeda me enseñó un libro, lo ojeé. Eran cuentos que en medio de la narración incluían las praxias y ejercicios necesarios para resolver problemas del habla.
Para reyes les regalé un juego cuento. Era como un libro pero al abrirlo se convertía en un castillo y llevaba hasta personajes para jugar.
Ahí se me encendió la bombilla. Ese castillo le encantaba y yo podía inventarme cuentos para jugar con él. Cuentos en ese escenario, cuentos preparados para pasarlo bien y aprender.

Cuentos para hablar, esa etiqueta, reunirá los cuentos que escribí para mi hijo y cómo los utilizaba. 
En ningún momento quiero pasar por encima del autor de innumerables cuentos de esta temática, de los que uno me sirvió de modelo para inventar los míos.

Aquí te dejo el enlace del Blog de Juan  Carlos Ariaza Mayas, autor de los cuentos de los que te hablo. 

domingo, 3 de febrero de 2019

Un veintiséis de mayo cualquiera...

Para mí, el 26 de mayo del 2017, no fue un día cualquiera. A las 8 de la mañana estaba en la consulta de un patólogo para hacerme la prueba del "ganglio centinela" y a las 6 de la tarde entraba en quirófano para operme de un cáncer de mama.
Ya han pasado unos días... ( pensaba que a estas alturas sería más fácil escribir sobre lo que pasé).

Desde ese día no soy la misma. Algo en mi cabeza hizo clic. Desde ese día siento una necesidad imperiosa de conocer a gente que como yo haya pasado por esto.
En la red hay mucha información y muchos lugares donde mujeres con cáncer de mama cuentan su experiencia.

Pero siento que yo no encajo allí. 
Yo no he perdido la mama,
no han tenido que reconstruirme,
no he recibido quimio.

Pasé por quirófano y salí sin un tumor.
Una infección postoperatoria
me tuvo casi dos meses a cura diaria
con las heridas abiertas como bocas
con dolores que prefiero no recordar.
Después veinte días de radio.
Pecho y axilas negras.
Imposible vestirme.
Desde entoces, 
terapia hormonal.


Cuando salgo a la calle
me dicen incrédulos
¿Qué bien te veo?

La verdad 
después de la radio,
unos seis meses después
de operarme,
aparentemente
estoy bien
de aspecto.

Otra cosa es como me siento por dentro
dolores en la 
mama 
y axila.
Dolores articulatorios,
sueño interminente,
atención y concentración
con esfuerzo.

¿Qué suerte has tenido?
Eso me dicen.


Espero que me encuentres. Tú que has pasado por lo mismo que yo. Y me cuentes como te encuentras. Te espero.

 Yo, por mi parte, tengo ganas de cumplir alguno de los sueños que siempre he tenido. Por eso retomo este blog que empecé hace tiempo. 
Aquí escribiré lo que sienta, lo que me proponga como reto y desempolvaré mis viejos poemas y cuentos y los expondré a las críticas. Y, si consigo volver a tocar el piano, cosa que hace tiempo que no hago, subiré algún audio para compartirlo. 

 Mi cabeza necesita estar activa
más allá de las horas de trabajo.
Te necesito a tí,
conmigo,
compartiendo
todo aquello que quieras compartir conmigo.
Jose Lezcano






















martes, 1 de enero de 2019

Desde mi soledad

Hace calor, el sol parce que va a caerse a trozos. El calor del asfalto se refleja en  mi ventana, Arde el cristal.
 Ha acabado el curso. Estoy de vacaciones. Y tú no estás. Ya nunca más estarás... no conmigo.
Todavía lloro mucho. Me sucede de repente cuando me relajo y dejo mi mente descansar,  vacía;entonces apareces tú, nosotros, todo lo que hemos vivido. Tanto amor, tanta felicidad... las lágrimas corren como torrentes por mis mejillas y una sensación de ahogo me sobrecoge.. Da la impresión que no puedo respirar, que me ahogo y tengo que hacer esfuerzos para tranquilizarme.
Tus llamadas se acumulan, los wassaps son más de 100 y los mensajes que me dejas entre tanto no me atrevo a borrarlos. Es tu voz la que está gravada, la que no me  veo con fuerzas de volver a escuchar. Se que te prometí no guardarte rencor (y no te lo guardo) e intentar seguir siendo amigos (demasiado amor para llamarlo amistad). Hoy por hoy, no puedo cumplir mi promesa. Se me hace cuesta arriba cuando tu sobrina me llama y me pide que la lleve al conservatorio, cuando tu hermana me insiste para ir de compras o cuando tu tía me invita a irnos juntas al teatro. Ya no puedo seguir fingiendo normalidad, ya no tengo fuerzas.  
Voy a irme lejos, voy a volver al pueblo donde tengo mi plaza fija. Ayer renuncié a la comisión de servicios que me mantenía cerca de ti. Ayer saqué las últimas cosas del  estudio, de ese pequeño universo que creamos juntos, nuestro "rincón" preferido en el mundo. La tarde está cayendo, acabo de cargar la última caja en el coche. Tu tía Marga me ha llamado para ir juntas al teatro de las cuatro esquinas, le he dicho que  me voy. Me voy al pueblo antes de que tú o alguien de tu familia vengáis a convencerme de que me quede . No podré irme si vuelvo a veros. Si vuelvo a mirarte a los ojos, y me veo reflejada en ellos. Si vuelven a abrazarme y me hacen sentir que no estoy sola. No podré.
El sonido del motor se agarra a mis oídos... (¡Cuánto daría por volver el tiempo atrás y empezar de nuevo...!). Todo el escenario que ha acompañado mi vida los últimos  cinco años lo veo alejarse por el retrovisor... Espero tranquilizarme o tendré que parar el coche... el aire me falta. El móvil echa humo, no deja de sonar desde hace rato... ya os lo ha debido decir a todos. Siento haberme ido sin despedirme. Era la única forma. Tengo que dejarte volar, y mi tristeza te retiene a mi lado sin quererlo.