martes, 1 de enero de 2019

Desde mi soledad

Hace calor, el sol parce que va a caerse a trozos. El calor del asfalto se refleja en  mi ventana, Arde el cristal.
 Ha acabado el curso. Estoy de vacaciones. Y tú no estás. Ya nunca más estarás... no conmigo.
Todavía lloro mucho. Me sucede de repente cuando me relajo y dejo mi mente descansar,  vacía;entonces apareces tú, nosotros, todo lo que hemos vivido. Tanto amor, tanta felicidad... las lágrimas corren como torrentes por mis mejillas y una sensación de ahogo me sobrecoge.. Da la impresión que no puedo respirar, que me ahogo y tengo que hacer esfuerzos para tranquilizarme.
Tus llamadas se acumulan, los wassaps son más de 100 y los mensajes que me dejas entre tanto no me atrevo a borrarlos. Es tu voz la que está gravada, la que no me  veo con fuerzas de volver a escuchar. Se que te prometí no guardarte rencor (y no te lo guardo) e intentar seguir siendo amigos (demasiado amor para llamarlo amistad). Hoy por hoy, no puedo cumplir mi promesa. Se me hace cuesta arriba cuando tu sobrina me llama y me pide que la lleve al conservatorio, cuando tu hermana me insiste para ir de compras o cuando tu tía me invita a irnos juntas al teatro. Ya no puedo seguir fingiendo normalidad, ya no tengo fuerzas.  
Voy a irme lejos, voy a volver al pueblo donde tengo mi plaza fija. Ayer renuncié a la comisión de servicios que me mantenía cerca de ti. Ayer saqué las últimas cosas del  estudio, de ese pequeño universo que creamos juntos, nuestro "rincón" preferido en el mundo. La tarde está cayendo, acabo de cargar la última caja en el coche. Tu tía Marga me ha llamado para ir juntas al teatro de las cuatro esquinas, le he dicho que  me voy. Me voy al pueblo antes de que tú o alguien de tu familia vengáis a convencerme de que me quede . No podré irme si vuelvo a veros. Si vuelvo a mirarte a los ojos, y me veo reflejada en ellos. Si vuelven a abrazarme y me hacen sentir que no estoy sola. No podré.
El sonido del motor se agarra a mis oídos... (¡Cuánto daría por volver el tiempo atrás y empezar de nuevo...!). Todo el escenario que ha acompañado mi vida los últimos  cinco años lo veo alejarse por el retrovisor... Espero tranquilizarme o tendré que parar el coche... el aire me falta. El móvil echa humo, no deja de sonar desde hace rato... ya os lo ha debido decir a todos. Siento haberme ido sin despedirme. Era la única forma. Tengo que dejarte volar, y mi tristeza te retiene a mi lado sin quererlo.