jueves, 29 de agosto de 2019

Madera, pintura... y una sonrisa.

       No hace mucho tiempo, en una pequeña aldea en el país de nunca jamás vivía el mayor titiritero de todos los tiempos.
Grandes y chicos acudían radiantes a su espectáculo para reír, llorar, cantar... para volar por unos instantes al país de la fantasía.
Por las noches, cuando toda la aldea dormía apaciblemente, los duendes y las hadas llegaban a los sueños del titiritero y nuevas  historias y personajes nacían cada amanecer. 
       Una noche mientras arreglaba el vestido de una princesita, una historia irrumpió en sus pensamientos. Dejó para mejor memento el viejo vestido y empezó a tallar, en un pequeño trozo de madera, un nuevo príncipe de la ilusión.
Poco a poco iba tomando forma entre sus manos: mirada alegre, sonrisa chungona, porte campechano...
      Nunca, después de tantos y tantos títeres que había visto nacer de un pedacito de madera; nunca, después de forjar tantos amigos de la fantasía; nunca, había disfrutado tanto como lo estaba haciendo ahora.
Era como si en la cumbre de su vida, en el final de su carrera, los duendes, las hadas y todos los genios buenos le quisieran obsequiar con el mejor de todos los sueños inventados.
      Cuando hubo acabado, lo miró satisfecho y empezó a trabajar en el otro personaje.
Con el mismo cariño y la misma ilusión dibujó con su navaja , en un pequeño trozo de nogal, otro amigo de los cuentos.
No, no fue por sus ojos apagados, ni por su gesto serio, altivo o por su porte más altruista... no, no fue por él mismo, que no dejaba de ser un nuevo compañero de su desvelos...  ¡No!, fue por algo indecible, indescifrable, por lo que,  sin dejar de quererle por ser, también, parte de su sueño, sintió un cariño especial por aquel títere que antes creara y que ahora, desde se estante, parecía mirarle sonriendo.
      Al día siguiente, trajes y escenarios, diálogos y música estaban preparados para la nueva historia que esa madrugada, antes de desaparecer, escuchara la luna del viejo titiritero.
Y, para sorpresa del titiritero, ese segundo personaje, que había aparecido como complemento, era quien cautivaba la atención de los chiquillos. La sombra de la desilusión nubló esa noche su gran corazón, inundado de historias, cuentos y fantasías.
Pero al fin y al cabo, eran los niños los que, con sus risas, daban vida a sus personajes y ese día, sus pequeños títeres habían dejado de ser, por unas horas, un trocito de madera pintado con acuarelas.

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Escrito el 17 de diciembre de 1988.      


sábado, 17 de agosto de 2019

La bruja aburrida

Gregorio sale de su casa y se va a jugar al bosque. Saltando y corriendo detrás de una mariposa llega a un castillo.(1)
Sube las escaleras, baja al sótano. recorre los pasillos de izquierda a derecha.(2)

De pronto encuentra al rey y la reina tristes, sentados en su trono.¡Han perdido la alegría!
Según le cuentan, sucedió que un día la bruja estaba aburrida y se puso a hacer hechizos sin ton ni son.
Al ogro lo convirtió en dragón;
a la princesa, en una niña mal educada y contestona;
al príncipe en árbol...
Si pronto no volvía todo a estar como antes corrían peligro: 
el castillo podía desaparecer.
Gregorio estaba empezando a asustarse, cuando aparece dando gritos Agripina:
¡¡¡¡La bruja está tan aburrida que ha empezado a convertir las piedras en 
CARAMELOS!!!!
Agripina y Gregorio bajan corriendo al jardín y empiezan a comer 
golosinas.
¡Qué ricas están!
 -piensan olvidando el peligro que corre el castillo- 
¡esta sabe  a grosellas, hummmmm! ¡Cuántas golosinas gratis!(3)
En ese momento oyen un gruñido detrás suyo.
Al volverse, se encuentran con un enorme dragón verde con alas.
Echa fuego por la boca y parece muy enfadado:
¡si sigues perdiendo el tiempo vamos a desaparecer!
dice dirigiéndose a Gregorio-
¡Eres un niño tonto!
Ofendido y furioso Gregorio le contesta:
¡Tú eres un dragón muy grosero; cuida no te convierta en grillo!
Tras un gran estruendo y una enorme nube de polvo mágico se oye un "gri, gri, gri "
¿¿¿¿¿qué me has hecho??????
Había transformado al dragón en un grillo
pero, ¿cómo si no era mago?
Mira hacia una ventana del castillo y ve a la bruja reírse:
¡cuida no te conviertas tú en rana, bruja piruja!
¡¡¡¡¡Y vuelve a pasar!!!!
La bruja queda convertida en rana.

Ahora sí que estaba asustado. 
Corriendo va a buscar al rey y a la reina, para contarles lo sucedido.
¡Será cosa de la bruja!
-dice la reina tranquilizándolo-
Vayamos a su laboratorio y busquemos algún libro de hechizos que pueda ayudarnos.

Todos el grupo, Agrupina, Gregorio, El rey y la reina suben al laboratorio de la bruja que convertida en rana croa enfadada:
Croac, croac, croac...
Gregorio mira a su alrededor asombrado. 
Se encuentran en una habitación grandísima donde hay: 
muchas estanterías con libros, muchos libros; 
armarios a los que les chirrían las bisagras y,en el medio, 
una enorme mesa con un sinfín de conjuros secretos, 
donde hay escritas lo que parecen fórmulas mágicas.

sin embargo, nadie repara en un pequeño libro gris que la princesa leía entusiasmada.
¡Hija, ayúdanos! Tenemos que arreglar este enredo
-Le increpa el rey enfadado-
¡¡¡No me da la gana!!! - grita Agripina insolente- este libro es divertidísimo.
¡Si no colaboramos desapareceremos, ayúdanos!
-suplica la reina cariñosamente.

Muy enfadado, Gregorio, agarra el libro y se lo quita a la princesa.
¡¡¡¡Mirad!!!
-exclama enseñando el libro.
En su portada puede leerse: "Diario de la bruja".
¡Aquí cuenta todo lo que ha ido haciendo! ¡Me ha hechizado!
Y ahora, todo lo que deseo sucede...
Eso es, piensa Gregorio, y sin titubear dice bien alto:
¡DESEO QUE CADA COSA VUELVA A SU FORMA NATURAL!
Poco a poco todo vuelve a ser lo que era:
El dragón, volvió a ser el ogro; la rana, la bruja; un árbol se convirtió en príncipe; 
una flor en su caballo...
La bruja muy avergonzada promete que, para no aburrirse, 
intentará agradar a alguien con problemas.
A partir de ese día los habitantes del pueblo, agradecidos,
le hacen bonitos regalos.
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Otro cuento con el que yo jugaba con mi, entonces, "peque".
Si te fijas hay un montón de palabras con r, rr, br, pr... diferentes formas del sonido de "r" fuerte.
Mi objetivo original fue trabajar la gr, por indicación semanal del logopeda, pero luego en sucesivas veces hice hincapié en otros sonidos.
Mi objetivo principal era reforzar su aprendizaje siguiendo las orientaciones de su logopeda, intentando siempre que fuera un juego para él.
¿Cómo lo hubieras trabajado tú?
¿Has escrito ya algún cuento propio?
Espero encontrarme pronto un comentario tuyo.

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OBJETIVOS
- trabajar la memoria y la atención: Repetir las palabras con "gr" y recordarlas a medida que van saliendo.
- Practicar el sinfón "gr"
- Agilidad/fuerza lingual
- Soplidos
(Si el niño sabe leer, contiene muchas variantes del sonido "rr")
Notas:
1. Recorrer un camino soplando con una paja y/o con la nariz.
2. Mover la lengua alrededor de la boca, Por fuera
3. La lengua dentro de la lengua: presiona los carrillos alternativamente