domingo, 16 de febrero de 2020

PUEDES DIBUJAR TU ARCO IRIS




Había una vez un bosque, un pequeño pero maravilloso bosque, donde la paz y la armonía reinaban día y noche. (Bueno, algunos días más que otros).


Las ninfas y las hadas que habitaban el lugar, con singular encanto, hacían que duendes y delfos les ayudaran en el difícil empeño de conseguir que todos los animalitos respetaran el equilibrio natural y siguieran manteniendo el ciclo vital-.
Día tras día el trabajo era agotador sin embargo, siempre trataban de encontrar algún momento para dedicarse a jugar, reír, disfrutar…

La ninfa “Alas de Mariposa” se había propuesto sorprender a todo el bosque con un regalo maravilloso a la llegada de la primavera.
Justo cuando las lluvias cesaran y el sol volviera a brillar, en ese preciso instante, pretendía que en el cielo brillara una preciosa cinta multicolor en forma de arco, a la cual llamaba  "Arco Iris".
Incansable, buscaba cualquier momento para pintar pacientemente su particular lazo: siete bandas de distintos colores que dibujarían al “unísono” un medio círculo en el cielo.

Pasaron días, semanas, meses… 
el gran día, 
¡por fin!, 
había llegado.

Feliz y contenta, escapó de la fiesta de bienvenida a la primavera, impaciente, no fuera que se le escapara el tiempo y fallara su plan.
Al caer las últimas gotas de lluvia y atravesarlas el primer rayo de sol, soltó su preciada cinta.
Todos se quedaron boquiabiertos y ella fue, ese momento, la más dichosa de la fiesta.

Fue la idea más ocurrente que hubiera tenido jamás una ninfa. Hadas, ninfas, duendes y delfos se reunieron enseguida: ¡tanto trabajo no podía quedar sin recompensa!
Había que conseguir que el arvo iris pudiera verse en determinados momentos, pero no tan a menudo como para que sus colores se estropearan.

Fue difícil tomar la decisión. Todos pretendían tener la solución buena y nadie escuchaba la de los demás.
Ese día no llegaron a un acuerdo ni al siguiente ni al otro… el arco iris seguía luciendo con peligro de deteriorarse irreversiblemente y perderse para siempre. 

Sin embargo, era demasiado preciado para dejar que desapareciera y, unos y otros fueron mordiéndose la lengua y transigiendo hasta llegar a un buen acuerdo para todos.

 Crearon un he
chizo que hiciera que, muy de tarde en tarde, llovieran del cielo diminutas gotas de lluvia y mientras brillara el sol ,fuera dibujándose en el cielo el arco iris.
Tal vez solo se viera un instante: 
¡¡¡ dichoso instante!!!

Gracias a él se había logrado que todos llegaran a un acuerdo y cada vez que lo vieran serviría para sentirse más unidos.
Cada uno puso su pequeño grano de arena y así, entre todos, para siempre brillaría en el cielo un precioso broche multicolor.
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Este es mi aportación de esta semana al reto 52 retos literup 2020, es un cuento que escribí el 5 de mayo de 1997 para una buena amiga. De las que todavía están conmigo, a pesar de los años.
 Es el  Reto #7: La fantasía es la protagonista. Esta semana escribe un relato de este género.
Estaré encantada de recibir un comentario con tu opinión y propuestas de mejora. ¡Feliz semana!



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