Los vecinos discutían a doquier, no importaba el motivo. Y los niños correteaban a su antojo faltos de cariño y atención.
Un día llegó una reina que buscaba un palacio donde vivir y un reino para reinar. Le gustó tanto el lugar que pensó que podría arreglar todos los problemas y volverían a ser felices.
LLegó cargada de cariño y buenas intenciones...
Cada día salía de palacio en ayuda de alguien con problemas y, noche tras noche, regresaba rendida y abatida porque sus esfuerzos parecían en vano.
Sus súbditos pronto empezaron a quererla y a confíar en ella. En todos los reinos se oía hablar de la "reina Carola".
Al anochecer se acostaba soñando encontrar solución a este o a aquel problema y al despertar se prometía que ese día arreglaría algún asunto pendiente.
Pero un día se despertó triste, cansada. Se sentó en su trono y se pasó toda la mañana pensando:
«No podía hacer nada solo con buenas intenciones. Esas gentes no ponían de su parte y necesitaban más ayuda de la que ella podía darles".
Recogió sus cosas, cargó su maleta y sigilosamente, por la noche, se fue del reino desolada, abatida.
Pronto en el reino se empezó a hablar de la "Reina Mala". La mala reina que les había abandonado, dejándolos solos en el peor de los momentos. Más pronto aún la habían sustituido.
Paradójicamente, el reino empezó a ir mejor. Buscaron ayuda donde podían encontrarla y pusieron empeño en salir del trance. Todos aportaban su granito de arena, cado uno daba lo que tenía lo que sabía hacer. Juntos, haciendo piña. Compartiendo problemas y soluciones.
La nueva reina solo tenía que pasearse con su gran sonrisa y darles aliento y ánimos. Sembrar buen ambiente y positividad. Interviniendo cuando era necesario repartiendo sabiduría, escuchando mucho.
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VadeReto de enero nos propone esta foto como punto de partida.
HORIZONTES COPARTIDOS
He recuperado un breve cuento, escrito hace tiempo,
dónde he creído ver reflejado el espíritu de esta convocatoria.
La unión hace la fuerza, junto podemos con todo, mejor.
Como siempre, si no conoces el reto, te invito a conocer el blog y todo lo que puede ofrecerte.
:) Muy linda la historia. La palabra "compartir" es de gran importancia. Besos y buena semana
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
EliminarSaludos
Un cuento con mucha moraleja, es decir, a veces hay que dejar que los propios interesados, tomen conciencia y entre ellos, sin una entidad, solucionen sus problemas. En este caso la reina tal vez no supo delegar, y quería hacerlo ella sola, o no encontró el apoyo suficiente.
ResponderEliminarEn fin, paradojas de la vida.
No solo las intenciones valen. Un beso.
la segunda reina hizo un inteligente manejo de grupo de lo que realizó la primera. un buen relato.
ResponderEliminarsaludos.
Hola, Jose.
ResponderEliminarUn cuento interesante y con necesidad de reflexión.
Parece que los asuntos de estado y del pueblo han de ir por separado, como dijo aquel.
La segunda reina, como nuestros políticos, se limitó a mostrar sonrisa y foto. La primera se decepcionó porque quería ser parte del bienestar de su pueblo, pero parece que estos preferían ir por su cuenta.
Es evidente que la moraleja es muy instructiva: No tenemos que depender de los gobernantes para resolver nuestros problemas; somos nosotros quienes tenemos que trabajar juntos y con decisión para solventarlos. Sin embargo, deberíamos ser más exigentes con quienes tienen la obligación de servir al pueblo, no al contrario.
Muchas gracias por tu participación en el VadeReto.
Un Abrazo.
Al ser un cuento, donde quería mostrar como no todo nos lo pueden dar hecho. Y como una sola persona no puede hacerlo todo sola, sino que hay que colaborar e intentar que cada uno ponga su granito de arena. No había hecho esta lectura paralela a nuestra actual política... le daré una vuelta a su lectura. A veces escribo lo que no esperaba. ¿ Te ha pasado a ti?
EliminarSaludos
Jeje, Continuamente, Jose.
EliminarEs muy interesante porque en realidad el cuento, una vez escrito, queda a la interpretación del lector. Sí, muchas veces, produce interesantes reflexiones, incluso para el que lo escribe. Mientras no sean contrarias a lo que quería decir, está bien. ;)
Saludos.
Pero no deja de ser una interesante lectura, la que has hecho.
EliminarNos leemos
Hola Jose, un relato que invita a una segunda lectura y nos invita a reflexionar. Creo que la primera reina no debió irse, debió manejar mejor la situación con sus súbditos y de alguna forma inspirarlos. Creo que para que algo funcione, todas las partes involucradas deben poner de su parte. Me gustó que nos hagas pensar en este tema. Gracias por un relato muy interesante. Saludos.
ResponderEliminarMe alegra que te guste. Saludos
EliminarEfectivamente, muchas veces la solución del problema esta en nuestras manos, no en un tercero sin capacidad para solventar todo! En ocasiones, contra más empeño pones en ayudar a alguien, más insiste él en hacerlo por su cuenta! Un abrazote!
ResponderEliminarLa mayoría de las veces la solución está en nuestras manos. ¡Qué razón tienes!
EliminarHola, Jose. Uy, como alguno de nuestros políticos lee tu relato seguro que sacará una nueva justificación, je, je, je... Un bonito cuento en el que muestras que quien cambia las cosas es el pueblo no los que gobiernan, cuestión distinta que es la Reina sea siempre buena. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias por tu visita.
EliminarUn relato que anima a reflexionar sobre nuestros gobernantes, cómo actúan y qué clase de súbditos les interesa que seamos. En todo caso que a la reina buena le vaya mal y viceversa, da mucho qué pensar ...Saludos!
ResponderEliminarlady_p
Gracias por tu visita. Saludos
EliminarMuy bonito relato.
ResponderEliminarPara que las cosas salgan bien hay que implicarse mucho y a veces el entorno no colabora para ello, sobre todo si hay alguien que las haga. Consecuencia: el que lo hace se quema...
Y esto se repite y se repite...
Abrazo grande
Gracias por tu visita.
EliminarHay que aguantar muchísimo para salirse con la suya
ResponderEliminarGracias por tu visita.
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