Hacía pocos días que había llegado al pueblo. Un pequeño pueblecito, al pie del Moncayo. Acogedor, amable, amistoso.
Al menos eso sintió todos los años que veraneó en él, cuando su abuela, mujer solitaria, abría las puertas de su casa a la familia. Contadas ocasiones. Siempre le extrañó que mantuviera a todos tan alejados.
Ahora que ella ya no estaba, la casa era suya. Por primera vez, tras su marcha, volvía al pueblo. Pasaría unos tranquilos días de vacaciones, lejos de los ruidos y prisas de la ciudad. Lo necesitaba.
Al entrar, en el umbral de la puerta, todos los recuerdos la asaltaron. Ese olor inconfundible… Se preparó un té. Taza en mano, se paseó por la casa, dejando que recuerdos, añoranzas, risas y llantos la envolvieran. Pasó un buen rato en la alcoba de su abuela, estaba llena de reminiscencias, puntos de encuentro con sus recuerdos más lejanos. Al fondo del armario, encontró un cuaderno,medio escondido, pensó que tal vez sería su diario. “Luna nueva” lucía escrito en l portada. Lo dejó en la mesilla. ¿Tenía derecho a leer los más íntimos pensamientos de su abuela?
Saldría a comprar lo imprescindible. La tarde con su
sopor la encerraría en casa. Se cruzó con varias vecinas, caras conocidas pero
que le rehuían la mirada. Saludos secos, respuestas parcas… En la tienda, la de
toda la vida, estaba Paca, haciendo compañía a su hija, pero allí.
—¡Hola Paca! ¿Cómo estás?
—Ya ves. Tú, ¿qué haces por aquí?
—Bueno, a pasar unos días tranquilos —No le gustó el
tono de la conversación.
—En tu estado, no es el mejor sitio. ¿Estás de espera,
no?—asentí con la cabeza, sin más.
Compré lo mínimo para irme cuanto antes. Casi
nadie sabía lo de su embarazo. ¿Quién se lo habría dicho?
Al volver hizo un poco de limpieza. Después de comer
se sentó en la mecedora de su abuela y decidió leer el cuaderno "luna nueva".
“Durante los días de luna nueva, la influencia sobre los
fantasmas (demonios, diablos, energías negativas, etc.), es muy fuerte,,, reciben energía negra para sus actividades…. ……Especialmente durante la noche, la luna nueva es una gran oportunidad para los fantasmas para causar malestar al hombre…”
Lo cerró de golpe al poco de abrirlo. No le gustaban esos temas. Influencia de la luna nueva, su fuerza en los maleficios... Las imágenes que lo acompañaban tampoco le gustaban. Aquelarres con niños, círculos satánicos…
Llamaron a la puerta. Era la
amiga de su abuela, Andresa. La que últimamente más la acompañaba. Se ofreció a ayudarla
con la casa, a hacerle compañía, le trajo una sopa caliente…
Anochecía cuando se fue. Quiso
hacerle aprecio y se tomó parte de la sopa. Pasó la noche con pesadillas que la
despertaron de madrugada y ya no se durmió.
Se levantó y se fue a andar.
Le sentaría bien. Las siete de la mañana. Al atravesar el pueblo para llegar al
bosque, le pareció raro que todas las mujeres estuvieran en sus ventanas, la
saludaran esquivas, la miraran raro… ¿Qué pasaba?
Al llegar a casa se acercó al
calendario. No quería olvidarse de sus citas médicas. ¡Vaya! ¡Esa noche había luna llena!
Se preparó un café. Vio las sobras de la sopa. La tiró. ¿Y si estaban preparando un
sacrificio?¿Qué mejor que una embarazada, su hijo no nacido? Esas miradas huidizas,
esquivas. Esos comentarios parcos, impersonales.
La extraña visita del día
anterior, que insistió en recorrer la casa…
Miró a la calle, le extrañó.
Las mujeres se estaban concentrando junto a su ventana. Poco a poco iban llegando y se arremolinaban frente a la casa. ¿Qué estaba pasando?
Llamaron a la puerta pero no
abrió. Fue a la habitación de su abuela, se sentó en la mecedora y se puso los
cascos para no oírlas, ya se irían. Cerró los ojos.
Se levantó sobresaltada…
—Andresa, ¿qué haces aquí?
— El cuaderno
de Vitorina…
—¿Eh? —Miró hacia la cama.”Luna
Nueva”, el cuaderno… Levantó los ojos, la miró de frente:
—¡Qué está pasando, Andresa! —Hizo
ademán de querer escapar de ella. Andresa explotó a reír, tan fuerte, que todas
las mujeres entraron en el cuarto. Estaba rodeada, muerta de pánico, ¿qué iban a hacer
con ella?
—¡Vamos a ver! —El tono de Andresa se dulficicó y de repente todas aquellas mujeres le volvieron a parecer
las vecinas amables y cariñosas de su abuela.
Le contó que había una
tradición en el pueblo que la llevaban a cabo las mujeres generación tras
generación. Su abuela, había estado investigando.
En las últimas páginas, se explicaba como en la biblia se hablaba de Luna nueva como el principio del mes. El principio de la luz, tras una noche oscura, sin luna.
Tras una gran peste en el pueblo, las mujeres decidieron limpiar las casas de todas las mujeres embarazadas, aquella luna nueva, como señal de nuevo inicio tras tantas muertes. Lo que se hizo aquel año, se fue repitiendo y había acabado en una tradición.
Hacía años que no
tenían embarazadas en el pueblo y al
enterarse de su estado de buena esperanza, su abuela, lo planeó todo con Fran, su pareja.
Venían a limpiarle la casa, para recibir la luz. Esa noche oscura y estrellada sería el preludio del
primer día del mes lunar, lleno de energía para los nuevos proyectos.
Pasó un día divertidísimo. Dejaron la casa reluciente y la llenaron de obsequios para ella y el bebé. Este último regalo con su abuela nunca lo olvidaría.
Andresa le explicó, que ella y su abuela eran pareja. Durante muchos años reprimieron sus sentimientos, pero al morir su marido, el abuelo, y con los hijos ya mayores… decidieron vivir como siempre habían deseado.
La familia no lo entendió ni lo
aceptó nunca. En el pueblo, después de años, que vivieran juntas, unos lo veían de lo más normal y otros, de lo que pasara de puertas
para adentro, preferían no saber. De vez en cuando, se armaban de valor e
invitaban a la familia. Vitorina añoraba a sus hijos, a sus nietos… a veces venían. Algunos.
Por la noche, con Fran en
casa, rieron largo y tendido con sus paranoias. Y lloraron, no todo lágrimas amargas, recordando a su
abuela Vitorina. Ahora entendía muchas cosas.
Siempre me gusta leer sobre fases lunares :)
ResponderEliminarEncantada de tenerte de nuevo por aquí. Leyéndome. Saludos
EliminarHola. Compartimos el club de lectura de Stephen king y me llamo Maria Rosa. Un bonito relato y una linda tradición. Sobre el influjo de la luna llena lo que si he visto es como influye en la producción de sidra natural. cuando hay luna llena a las botellas wue estan en el lagar les salen como unas telarañas por dentro y los lugareños dicen wue les sale la madre. Cuando se acsba la luna llena desaparecen. Aparte de lo bonita que es y lo que emboba mirarla. Un saludo compañera de club.
ResponderEliminarHa sido todo un placer compartir el club de lectura. Y rodo un honor tenerte de visita por mi blog.
Eliminar¡Besos!
¡Hola, Jose!
ResponderEliminarMuy bonito tu relato :)
Desde hace miles de años se ha fomentado la idea de que la luna tiene cierta influencia en el comportamiento humano y se cree que su energía es tan poderosa que es capaz de modificar nuestras vidas ;)
Un gran abrazo y feliz fin de semana.
La luna es y será la eterna desconocida. Por mucho que viajemos a conocerla.
Eliminar¡Feliz semana!
Hola que hermosa historia me engacho desde el principio tan misterioso todo el pueblo hasta el lindo final; muy bien desarrollado tenes ese don tan creativo!!
ResponderEliminarMe encanto ; pero no creo que la luna tenga que ver con nuestro comportamiento me gusta ver lo maravillosa que es y es muy romantico para mi.
Un beso enorme y que estes bien!!
Esa es sus cara oculta para unos. Cierto que la luna es maravillosa y romántica. Me alegro que te guste. Nos leemos!
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarQué bonito texto, sigue adelante.
¡Nos seguimos leyendo!
Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo, nos leemos.
Feliz finde :)
ResponderEliminarhola, gracias por tus vistas. Nos leemos.
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