No sé cuando empezó esta fobia a Navidad. A lo mejor la he tenido siempre pero, al nacer mis hijos, la dejé aparcada temporalmente. Con ellos, la verdad, lo he disfrutado, todo, siempre.
Ahora, cada año, al llegar diciembre
empiezo a dejar de dormir pensando en esa noche. Qué haré de cena, qué regalaré
al amigo invisible, que me pondré, de donde sacaré tiempo para tener todo a
punto, me tocará a mí hacer la cena en casa…
Y tan solo, al pensar en mi madre, que a sus ochenta y cuatro años, no se merece un disgusto, decido que voy a intentar no arruinarle a nadie la navidad.
Lo primero que me molesta es la falsa felicidad que todo el mundo muestra. De repente todos están deseosos de reencontrarse, aunque como todos los años, llevan desde la última navidad, sin verse, llamarse, wasapearse, escribirse…
(A veces, nos ha sido imposible quedar
un día en verano a comer, todos juntos. Imposible cuadrar agendas).
Después viene acordar la cena. Cada uno
llevará una cosa. Pero nadie piensa en que a todos les guste la cena. Algunos llevan una parte escasa, que no llega para que todos prueben, y si
decides llevar tu parte con una cantidad suficiente para que alcance a todos, te recriminan: ¡Hala, con la de comida que hay!
También hubo su momento “Papá Noel”. Había
que disfrazarse para traer los regalos a los pequeños. Pero si algunos peques lloran
porque les asusta, ¿para qué insistir? ¿Quién tiene que disfrutar, tú o la chiquillería?
Cuando mi padre murió, la magia que creaban
juntos, mi madre y él, en esos días, se esfumó. Nos empezamos a juntar por
inercia, por mi madre. Ella se llevaba la mayor parte del trabajo, en su casa.
Al irse a la residencia, ese primer año, la poca ilusión que pudiera haber
renacido en mí se apagó. Entre seis hermanos, todos tenían una excusa u otra
para no hacer la cena en su casa. Y sigue siendo así después de veinticuatro
navidades.
Todos reímos, cantamos, comemos… aparentemente reina la más absoluta felicidad. Tal vez sea verdad lo que dicen mis hermanos:
¡¡Es que tienes muy “malaleche” Marijo!!
🎊🎊🎊🎊🎊🎊 🎊🎊🎊🎊🎊🎊
Escribe sobre la tortura que padece ese día tu protagonista.
Este año, la navidad responsable,
nos va a llevar a celebrar la navidad en pequeños grupos de convivientes.
Yo, si no fuera por mi madre, que ha decidido quedarse en la residencia, estaría feliz.
¡Os deseo a todos Feliz Navidad!
Este año creo que estamos muy desanimados con el tema del espíritu navideño, la verdad hasta yo como que antes era ansiedad de que llegue y que no llegue porque pasa rápido, pero este año ya me da igual :/
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche.
A pesar del desánimo por la situación, deseo que hayas disfrutado de buena compañía.
EliminarEn este año, tu compañía ha significado mucho para mí.
Gracias por estar ahí.
Besos
ResponderEliminarDespués de leer esta entrada, también me he sentido reflejada y comparto muchas cosas de las que nos haces partícipes. Por ejemplo, yo tampoco me siento con ese espíritu navideño que tenía antes, cuando vivían mis padres y nos reuníamos con los abuelos y el resto de la familia. Soy de la opinión que estas fiestas suelen ser mucho más entrañables durante la etapa infantil y hasta que empiezan a quedarse vacías las sillas del comedor o de esa mesa en familia. A partir de ese instante comienzan a apagarse las luces navideñas y poco a poco el espíritu navideño se esfuma por la chimenea.
Este año, como otros anteriores, la Navidad solo formará parte de la nostalgia de mis mejores recuerdos, puesto que la alegría y la felicidad deben extenderse a todo el año y no a unos días determinados.
De todas formas te deseo lo mejor para la Navidad y el resto del año.
Besos.
Estoy contigo en que el espíritu de Navidad debería acompañarnos todo el año. Pr eso hay cosas que me resultan tan artificiales.
EliminarHa sido un placer este año con tu compañía, deseo otro año donde sigamos compartiendo.
Besos
yo no soy antinavidad, lo que ocurre es que no tengo espíritu navideño. en casa el que tenía ese espíritu de adornar el árbol, el nacimiento y hasta la ventana era mi papá; y después que el murió quien se encarga de los adornos es mi sobrina la cual vive conmigo con su mamá -mi hermana- en la misma casa.
ResponderEliminaral menos para no pasar desapercibido el año pasado compré un reloj navideño que tenía la cabeza de un muñeco de nieve en la parte superior y con las largas piernas colgando, el cual lo coloqué en el comedor. este año compré otro reloj (en este caso la cabeza es de un reno) y lo coloqué en la cocina. me hace mucha gracia ver ambos relojes. tal vez sea desde el humor que tenga que acercarme a la navidad.
que tú y tu familia tengan una muy bonita navidad.
saludos.
Sí, es un bonita idea lo de los relojes y tiene su gracia. CAda reloj te traerá recuerdos de risas.
EliminarMe alegro haberte encontrado para empezar el nuevo año compartiendo nuestros blogs.
Besos
Hola!
ResponderEliminarYo es que la Navidad solo lo celebró por los regalos y la comida. No digo más. Pero este año he decidido pasarlo con mi sr.marido y F, y comer con mi madre que sino me mata.
Pero te entiendo, estoy completamente de acuerdo.
Un besote navideño.
Deseo que hayas disfrutado de estos días y que empieces el año cantando con tu bebé.
EliminarBesos
Tras la muerte de mi abuelo no es lo mismo, así que entiendo lo que dices de tu padre.. ❤ Feliz Navidad ❤
ResponderEliminarDeseo que hayas disfrutado de buena compañía estos días.
EliminarSaludos
¡Hola, cielo!
ResponderEliminarLamento que las fiestas ya no sean lo que eran. A mí también me entristecen y por más que le ponga onda, siempre hay otros y otras que te desganan o traen bajón para cien más.
Lamento también que no pudieras pasarla con tu mamá. El contexto nos alejó aún más de todas las personas.
Quizá la próxima la pasemos mejor. Ánimos, que estés muy bien, y ojalá tengas un gran año.
¡Beso enorme y un abrazo!
Eso espero, aunque haya que superar alguna ausencia.
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