jueves, 16 de septiembre de 2021

La bomba



Aún no sé muy bien qué hago en este avión. A estas alturas de nuestra vida, hacemos una quedada exalumnos del colegio para ir a una isla perdida en la costa oriental africana.  ¿Qué se nos ha perdido allí?


Vale, sí. Bruno, un excompañero, es socio capitalista de un complejo de lujo en las Seychelles y nos ha reservado una semana por un precio irrisorio. Pero aun así, a poco más o menos de tres años para cumplir los cuarenta y haciendo alrededor de veinticinco que no nos vemos,  ¿en qué estábamos pensando cuando aceptamos acudir?

Yo, por un lado tengo curiosidad por saber qué ha sido de algunos y algunas. Los jefecillos y jefecillas. Los que dirigían la “manada”. Así es como acababas comportándote, si no querías que te hundieran en la miseria. Si no formabas parte del “rebaño”, te esperaba el olvido más cruel, o todo lo contrario, ser protagonista de todas las bromas y burlas que se les ocurrieran.

Por otro lado, creo que,  en la vida me podré permitir venir a este destino paradisíaco, y aunque me lo pudiera permitir, yo sola no creo que viniera. Sí, sigo sola. Tanto como lo estuve en la escuela. 

Ya estoy en el avión. Todos gritan saludándose. Como era de esperar, a mí, ni me han visto entrar. Estoy empezando a agobiarme. Tengo claustrofobia. Me he tomado las pastillas que me aconsejó la psicóloga, y a ver si me siento y empiezo con la relajación… ¡¡Dónde me siento!!!  ¡¡¡Ayuda, me ahogo!!!

—Aquí tienes sitio. —No recuerdo quién es—. Si quieres, claro.

—¡Claro que quiero! —Le sonrío al sentarme—. Estoy al borde de un ataque de nervios.

—Ya somos dos. —Se agarra a una pequeña mochila como si le fuera la vida en ello—. 

—Soy María, ¿me recuerdas? —Se relaja un poco, eso parece al menos.

La verdad es que no. —Parece pedir perdón con los ojos —. Yo soy Félix.

¡¡Félix!! —Noto que se me suben los colores. Lo enamorada que estuve de él.

Sí, he cambiado mucho. Ya no soy aquel niño gordito del que era fácil burlarse.

Nos ponemos a hablar de los tiempos de la escuela, no recuerda que yo estaba allí. Yo sí recuerdo los escarnios que él sufría y lo invisible que yo era, hasta para él

¿Recuerdas las cartas de “Amapola Negra”? —Frunce el ceño contrariado.

¿Cómo sabes eso? —Se ha puesto nervioso, casi me da miedo—. Nunca se lo dije a nadie. Ni a mis padres.

Era yo. Todos los martes. Para tu cumpleaños y en días señalados.

Esas cartas… eran los único bonito del colegio, incluso lo único bueno de muchos días. Aún las guardo. —Su cara se enternece.

Estuve locamente enamorada de ti, varios años. Pero nunca acudiste a mis citas. —Me mira sonriendo tímidamente.

La verdad es que, me daba vergüenza.

Y a mí. Si hubieras venido, no sé qué hubiera hecho. Te esperaba escondida.

Nos miramos y nos echamos a reír. Vaya par de tontos. Colorados hasta las orejas por un sentimiento de la niñez. Me empieza a entrar el sueño. Las pastillas hacen su efecto. Anda, no me he acordado de mi claustrofobia. Me he relajado hablando. Le comento que voy a dormirme...

Alguien me despierta…

¿Qué pasa, Félix? —digo despertándome sobresaltada. 

Está alterado, pálido. Me zarandea hasta espabilarme. He debido dormir varias horas. Aun quedan otras tantas para llegar a las islas.

He cometido el mayor error de mi vida.  Y ahora…—Todos deben oírle, lo dice gritando.

Bueno, tranquilo. Todo puede solucionarse.

¡NO LO ENTIENDES! —dice levantando aún más el volumen de su voz. Todo el avión se queda de pronto en silencio—. ¡¡TODOS VAMOS A MORIR!! Esto —dice alzando la pequeña mochila que lleva abrazando todo el viaje—, es una bomba, que explotará en menos de dos horas.

Se mueve despacio. Nadie hace el menor movimiento. Creo que se oye un “clic”; desde cabina nos están oyendo. Los auxiliares de vuelo han desaparecido.

En cuanto me enteré de este viaje. No pensé en otra cosa. Por fin me vengaría de todas las lágrimas que me hicisteis derramar. Soy Félix. Imposible reconocerme. He cambiado mucho físicamente. Bueno, lo importante es que aquí llevo una bomba activada para explotar y si no se para el temporizador… explotará.

¡Guau!. Vamos a morir. El silencio se puede cortar. Su mirada va de una lado a otro, estamos todos aterrados.

Alguien delante de mí levanta, tímidamente, la mano.

Yo creo que, sí tú quieres, claro, puedo intentar desactivarla.

¡Cómo no! Manu, el más guapo y listo de clase. —El sarcasmo puede masticarse.

Mira, acepto mi culpa. Te hice la vida imposible. Pero todos vamos a morir, tú también.

¡¡Llevo años pensando en esto!! Mi vida me importa tres.

Mientras Manu, se va acercando a Félix. Se van oyendo voces tímidas que intentan limar la situación.

—¡He visto tu último anuncio!

—¡Estuve en tú monólogo del parque de atracciones!

 —¡Has conseguido el éxito, tío!

Él se sorprende, se lo veo en la cara, de que  haya quien  conozca  su trayectoria; pero no deja que Manu se le acerque. Hasta que Lucía se levanta y dice la palabra mágica:

—¡Perdóname, Félix! Nunca pensé que te doliera hasta este extremo.

En ese momento uno a uno todos va levantándose y pidiendo perdón. Félix deja la mochila en el suelo y Manu, que es bombero, se acerca sigiloso a abrirla. Una vez la cremallera desabrochada,  explota en una carcajada a la vez que se echa a llorar. Enormes lágrimas recorren su mejilla. Ríe y llora. Llora y ríe.

—¡No jodas, Félix! Esto es una bomba de juguete.

 Se sienta de nuevo a mi lado. Solemne. Inpertérrito. Su semblante se ha relajado de repente.   De la cabina salen los auxiliares.  Se oye de nuevo un "clic". El vuelo continúa.  Tenso.

Todo lo tenía medido. Preparado. Su mejor actuación. Una broma macabra que seguramente nunca olvidaremos.

 💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣💣

Esta es mi aportación a la propuesta de "VadeReto" de septiembre, 
del blog "Acervo de Letras".
¿Conoces el blog? Pues si te gusta escribir, cada mes nos plantea  sugerencias 
para un nuevo relato.
¿Te animas?

 


17 comentarios:

  1. Bravo, me ha encantado un buen susto se llevaron en el cuerpo y se lo merecían. Hacer a una persona de menos por el físico es una barbaridad además si nos damos cuenta es algo que se puede cambiar. La idiotez, estupidez y maldad es ya otra cosa. Te felicito me ha gustado mucho. Un abrazo.

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  2. 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
    Maravilloso, Jose.
    Este aplauso tiene varias razones.
    Por el relato en sí, me ha encantado. No desmerece, en absoluto, a los que suelo leer, de autores consagrados, todas las noches y en mis largos desesperos en las salas de espera. Bien narrado, muy buena ambientación, genial ritmo y uso de la tensión narrativa, y un final 🥰, de los míos, de los que me hacen sacar una grandísima sonrisa por lo impactante, por lo original, por lo inesperado... Como se decía hace unos años "Chapó", me quito el sombrero. 🎩
    Por otro lado, has removido recuerdos que están muy clavados en mi interior. Yo también fui uno de esos niños menospreciados, silenciados y humillados. Me he sentido muy Felix con Feliz. 😜
    Porque has cogido el reto y le has hecho encaje de bolillos. Pensaba que habías usado el tópico de terror en el aire, terrorismo y demás, pero, ¡No! Le has pegao a la idea tres vueltas, cuatro escorzos y un triple salto mortal. 👍🏼🤗
    Y... por penúltima (que decir última dicen que es mala suerte 😅), porque me has dado una idea de relato (o lo que salga) sobre una reunión de alumnos muy... especial. Con la misma idea de Félix, sin avión, y con un final... mucho más "sangriento" (o no). 😂
    Felicicicidades y muchísimas gracias por este grandíiiisimo regalo para el VadeReto.
    Un abrashazo.

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  3. Siempre los aviones sirven para una buena historia 😉

    Un beso desde Plegarias en la Noche

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  4. Hola, JL. Un relato con giros continuos que mantienen el ritmo sin parar y donde la venganza, como es debido, se ha servido bien fría. La mezcla de géneros para mí ha sido en su justa medida quedando un relato muy ameno por ello, al igual que una ensalada bien aliñada. Tienes los VadeRetos bien pillados con el teclado, así que hasta el próximo. 🥂🖐🏼

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    1. Gracias por tu comentario constructivo. La verdad que había empezado mal el año, y esto me mantiene animada. El hecho de pensar el relato, darle un giro y leer el de los demás participantes me mantiene activa. DEspués, al recibir los comentarios me retroalimento.
      Saludos

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  5. Pensaba que explotaría la bomba! Muy bien resuelto, los que le hicieron bullyng en el colegio se llevaron su merecido! Me ha gustado mucho

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  6. me has hecho sonreír. bien dicen que el que ríe al último, ríe mejor; aunque en este caso se haya tardado veinticinco años en hacerlo.

    saludos.

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  7. ¡Que maravilla de relato! Me ha fascinado y mantenido en tensión todo el rato.
    Me ha parecido fantástico y cuan en sintonía me siento con Felix.
    Que duros son aquellos años en el instituto.
    Un saludo

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  8. ¡Hola, Jose!
    Las historias que tienen que ver con aviones siempre me fascinan. He disfrutado de tu relato, una historia genial ;)
    Excelente, como siempre. Gracias por compartirlo con nosotros.
    Un beso.

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  9. Hola Jose, que buena historia nos has contado, tan real y actual, quien no sufrio en alguna etapa de nuestra niñez o adolescencia las burlas de nuestros compañeros, y si no tenes una buena contencion en tu entorno, superarlo es muy dificil como le paso a Felix.
    Me acorde de esta cancion que es como un himno contra la discriminación y el bulling. Es una bellisima cancion!!
    https://www.youtube.com/watch?v=Dwqecjb6m6M&t=140s
    Te mando un gran abrazo!!

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  10. Muchos como el personaje aun a este tiempo han vivido resentido y con razón , si es un dolor muy grande para aquellos que son burlados. Ofrece una oportunidad a los demás de todas maneras, pese a la terapia de shock ...

    Interesante relato y bien resuelto.

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  11. Hola, Jose. Devuelvo la visita que hiciste a mi blog hace mucho, mucho tiempo. Muy buen cuento. ¿Has visto "Relatos Salvajes"? Comienza con una escena parecida. Pero sin el maravilloso giro final. Me ha encantado.

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  12. Hola Jose.
    ¡Menuda tensión se mastica en todo el relato!
    Una cosita, no es TEMPORALIZADOR, sino TEMPORIZADOR.

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    1. Gracias por la corrección. Tienes toda la razón. Procedo a corregirlo. Me alegro que te haya gustado el relato. Saludos

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