—Te noto nervioso, más de lo normal. —Le miro sin saber qué responderle. Aún no me he repuesto del susto.
—No ha sido uno de mis mejores vuelos. —Poco a poco mi
respiración se calma y empiezo a notar que de nuevo el aire entra y sale renovándome.
—Tú has entrado dónde no debías, ¿eh? —Cuando, por fin,
recupero las fuerzas. Emprendo el vuelo de nuevo. Hablar de lo que me ha pasado
no me apetece. Seguro que un rato de dormir y revolotear por el prado florido
me sienta mucho mejor.
Pero no es así. Las imágenes vienen a mi una y otra vez.
Niños gritando, Levantándose. Manoteando. Vuelo en círculos, lo noto. Esos
chillidos estridentes me desorientan, tanto movimiento de brazo caótico me
desconcentra y no soy capaz de encontrar la salida. Por donde he entrado.
—Antes te has marchado sin contarme qué te ha pasado.
—Algunos no cogen las indirectas…
—Ya. No tengo muchas ganas de hablarte de lo pasado. —Me
alejo de nuevo. Pero lo noto detrás.
—¿Has entrado en una de esas casas? ¿Has atravesado una
ventana? ¿Y cómo has logrado salir? Dicen que no distingues la salida. Están
hechas de tal forma que parece no haber nada…
—Sabes, es verdad, sin querer he entrado en una de esas
casas. —No sé si es curiosidad o simple morbo.
—No te creo. Seguro que te has metido en algún lío y no
quieres contármelo para que no te delate. —Ahora eres tú quién se va.
Mejor que te vayas. Nunca creerías cómo he salido. Uno de los humanos me ha empujado hacia fuera de la ventana. Yo notaba la corriente de aire pero chocaba y chocaba con algo duro. Algo que notaba, pero no veía. Entonces, he visto algo blanco que se acercaba a mí, era tupido, y me iba envolviendo pensaba que me aplastaría y de pronto se ha abierto y el viento me ha empujado lejos de la ventana.
39.Haz una historia en la que predomine el diálogo y no haya ni un solo verbo dicendi. ¡Asegúrate de puntuar bien las acotaciones! 52 retos literup.
Un poco tarde pero aquí dejo mi reto semanal. Aunque voy con retraso, lo sé voy a intentar no dejarlo del todo. En este relato he intentado relatar el mal rato que pasa una avispa cuando entra en la clase. Todos los niños empiezan a gritar y a moverse. El pobre bicho se da de trompazos contra la ventana y hasta que no lo envuelvo con un folio y lo saco por la ventana no se acaba el caos de la clase. Siento el nerviosismo y le miedo del insecto mientras intento cogerlo con el folio para sacarlo. O a mí me lo parece. ¡No sé si he conseguido transmitirlo!
¡Que ingenioso!
ResponderEliminarMe imagino el momento y ya lo paso mal por el pobre.
Un beso
Hola, pues sí. A mí me da la impresión que está aterrorizado. Yo intento calmar a mis alumnos, y mientras les hablo con tranquilidad con el folio intento sacarlo de clase.
EliminarGracias por tu visita.
Un beso.
Buena descripción ❤
ResponderEliminarTodos los días entra una abispa a mi clase. Los chicos se asustan, manotean y gritan. No soy capaz de hacerles entender que el pobre bicho tiene más miedo que nosotros. Mientras les hablo calmada, cojo un folio e intento guiarla hasta la ventana. Odio matarlas.
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Saludos.